Orígenes de los vinos de Madrid
Los orígenes de los vinos de Madrid podrían estar enlazados con la invasión de los romanos, para quienes el vino era parte de su alimentación, sin embargo no se descarta que ya existieran algunos cultivos de la vid previo a la conquista romana.
Luego con la llegada de los árabes se continuó con los cultivos pero sobre todo para consumo local. A partir de los siglos XIII y XIV se comienza a considerar los viñedos como una actividad agrícola organizada y comercial.
En el siglo XIII ya se comienzan a encontrar escritos sobre faenas vinícolas, algunas hacen referencia a situaciones entre frailes y señores feudales que tuvieron conflictos por la tenencia de los viñedos, y ya para el siglo XV los vinos de Madrid gozan de gran prestigio entre sus pobladores y hasta se conoce de intercambios con otras comarcas. En 1481se comienza a regular la venta y distribución del vino madrileño para protegerlo por la sobre producción y la venta clandestina de vinos foráneos.
La época de oro de los vinos de Madrid
Se considera que la producción de vino en Madrid tuvo un auge considerado como la época de oro, cuando Madrid fue nombrada capital del Reino, este hecho disparó la demanda y la producción del vino. Se destacaban ya como muy cotizados el de San Martín, de Arganda y también el de Alcalá de Henares.
Para 1665 había 63 cosecheros que producían bajo estrictos controles y debían declarar al fisco todo lo relacionado a la producción: cantidades de uvas y de mosto. Los vinos consumidos por el rey Felipe IV provenían de los viñedos de Madrid. Comenta Ussía durante la presentación de la segunda edición del libro Historia del vino en Madrid “Si lo bebió Felipe IV, si lo bebió Cervantes, Quevedo y Góngora y si lo bebió Pedro Calderón de la Barca, ¿Por qué no lo vamos a beber nosotros?», Esto demuestra lo prestigiosos que llegaron a ser los vinos de Madrid de mediados del siglo XVI hasta entrado el siglo XX.
Los vinos de Madrid en el Siglo XX
La primera mitad del siglo. Gran crisis para los vinos en Madrid
Para inicios del siglo XX ya Madrid contaba con 60.000 hectáreas de viñedos, lamentablemente en 1914 se detecta una plaga de la familia de las filoxeras en los viñedos de San Martín de Valdeiglesias que destruyó la producción y arruinó los vinos.
Caricatura de finales del S.XIX donde aparece la filoxera como una gran plaga que arruinó los vinos
La recuperación fue demorada y difícil y se tuvo traer uvas foráneas para repoblar las plantaciones: una de las que más rápido se adaptó a las condiciones climáticas y de suelos fue la Garnacha, la cual se extendió en Navalcarnero y San Martín por su rendimiento cuantitativo y el grado de alcohol. La llamada Airén se concentró en Arganda. Mientras tanto se comenzó a consumir vino de otras provincias que llegaban a Madrid vía férrea, y la producción de vino se concentró en el Sur. Aunado a esto la guerra civil española acabó con muchas hectáreas de vid.
Los vinos de Madrid en la segunda mitad del S.XX
Para los años cincuenta con el crecimiento de las ciudades se comenzaron a destinar tierras, que en otrora eran resplandecientes viñedos, para el desarrollo habitacional y urbano.
Así fueron desapareciendo haciendas vitivinícolas como Los moscateles de Carabancheles, Villaverde, Getafe, Alcalá de Henares, Barajas; entre otras. El precio del progreso y la modernidad le restó mucho a las cosechas de vid.
Además, luego en los setenta, sobrevino una crisis que provocó la disminución del consumo de vino y por lo tanto su producción. No obstante, los productores emprendedores se organizan en cooperativas y apuestan por el rescate del vino madrileño, repotenciando los viñedos con nuevas variedades de uvas y actualizando los criterios de elaboración.
Los ochenta representan el resurgir del vino, al obtenerse los resultados de las inversiones realizadas en años anteriores se logra en 1984 el reconocimiento de la denominación específica de vinos de Madrid por parte del Consejo Regulador, se da un fuerte impulso al embotellado, lo cual lleva a las mejoras en la calidad del vino y finalmente, el 1990 queda reconocida oficialmente la Denominación de Origen Vinos de Madrid. En 1992 los primeros vinos de crianza certificados con D.O.
Los vinos de Madrid hoy día
Casi cuatro décadas después los vinos de Madrid compiten con otros de España y de otros países en las cartas de los principales restaurantes de país, buscando posicionarse de los primeros lugares a nivel internacional para lo cual se destina un 25% de la producción para la exportación.
Colmenar de Oreja es una de las poblaciones que desde sus orígenes ha tenido una gran tradición vinícola, estando dentro de la Denominación de Origen de vinos de Madrid, pudiendo disfrutar en Colmenar de Oreja no sólo de un bello pueblo castellano, sino también de unas impresionantes bodegas familiares con una producción de vinos artesanales que te harán disfrutar de los auténticos vinos de Madrid.